Cada mes de agosto o septiembre, comenzamos el año escolar con entusiasmo, energía y nuevas expectativas. Sin embargo, a medida que avanzamos en la tarea de educar, las fuerzas van disminuyendo. Luego, tras finalizado el año escolar nos percatamos que de la energía y el antusiasmo con que comenzamos la jornada académica no nos queda ni un suspiro. Sólo queremos que llegue el último día de clases para salir corriendo a descansar y ocuparnos de la familia y realizar actividades que nos causen placer y relajación y no estrés y preocupación.
Ciertamente, el tipo de labor que realizamos los maestros conlleva más esfuerzo mental que físico, en la inmensa mayoría de los casos. Esto debido a que todo gira en torno a la toma de decisiones. Planificar las clases, interactuar con los estudiantes, los compañeros, los padres, evaluar la labor de los estudiantes, la retrocomunicación que debemos llevar a cabo sobre su rendimiento, y ni hablar de las actividades extracurriculares a las que debemos asistir. A esto sumémosle los sucesos o circusntancias inesperadas; todo esto envuelve la toma de decisiones, el control de las emociones y más. Y por más agostados o preocupados que estemos, siempre debemos llevar puesta nuestra mejor sonrisa, pues son muchos los corazones que tocamos día a día...
En fin, luego de un día de trabajo, llegamos al hogar a lidiar con nuestra vida personal y esto, es otro aspecto de nuestras vidas que puede llegar a aumentar nuestra fatiga. Es en este momento cuando nos percatamos que estamos "consumidos" o "burn out".
La gestión de evitar consumirnos por nuestro trabajo nos corresponde a nosotros mismos. Nadie lo va a hacer por nosotros, pues nuestros colegas han de estar en la misma situación.
¿Qué debemos hacer para evitar el "burn out" o la fatiga laboral del maestro? Aquí comparto algunas sugerencias que presenta la página "Reading and Writing Heaven" serán de gran utilidad:
- Organízate. Así no se acumulará el trabajo.
- Reduce el tiempo de corregir y evaluar trabajos.
- Establece metas reales y realizables.
- Enfócate en las cosas que puedes controlar.
- Evita la monotonía y el aburrimiento. Sé creativo.
- Colabora con tus pares.
- Busca la asesoría de un mentor de confianza.
- Cambia de escenario. Reorganiza tu sala de clases.
- Comunícate constantemente con los padres.
- Mantén la comunicación con los administradores.
- Comienza una cuenta regresiva.
- Muévete. Haz ejercicio.
- Descansa suficiente.
- Come saludable.
- Desconéctate al llegar a casa.
- Saca tiempo para ti. Recompénsate.
- Ríe más a menudo.
- Siempre recuerda quién eres. Un ser humano con defectos y visturdes que decidió cambiar el mundo al convertirse en maestro.
¡Hasta la próxima!
No hay comentarios:
Publicar un comentario